Mercurio

Fue llamado así por los romanos en honor al mensajero de los dioses, ya que su movimiento parecía ser mayor que el de cualquier planeta.

Mercurio es el más interno de los planetas de nuestro Sistema Solar y el segundo más pequeño.

Mercurio tiene una superficie parecida a la de la Luna, con similares cráteres y montañas. El rasgo más destacable de su superficie es el "Caloris Planitia", una zona de 1 300 Km de diámetro rodeado por un anillo de montañas que se elevan hasta 2 000 m sobre la superficie circundante.

Este planeta casi no tiene atmósfera, como consecuencia, en el día la temperatura llega a 420 °C y en la noche desciende a -180°C.

Mercurio tiene un periodo de rotación exactamente igual a los dos tercios de su periodo orbital. El resultado es que el Sol parece que esta danzando por el cielo mercuriano y un amanecer a amanecer equivale a dos años mercurianos.

Mercurio se acerca a unos 45 millones de Km del Sol en un extremo de su órbita elíptica y se aleja a 70 millones en el otro extremo.

La extraordinaria alta densidad del planeta, comprada con su tamaño, se debe a un núcleo rico en hierro, de 1800 Km de radio, donde se concentra el 80% de la masa del planeta, rodeado por una delgada capa superficial.